CARTA DE DON QUIJOTE A DULCINEA DEL TOBOSO

Soberana y alta señora:

El ferido de punta de ausencia y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita , que, además de ser fuerte, es muy duradera.

Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo: si gustares de acorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto, que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo. Tuyo hasta la muerte,

El caballero de la Triste Figura

aceptalo! 2

Vuelvo a Montaigne...¿hasta qué punto la cabeza puede racionalizar lo que nos pasa? Hombre/mujer del mundo ¿nuestros pensamientos pueden ser dominados -sí, dominados- por esa voz interna que nos dice que lo que estamos haciendo nos lleva a un lugar en el que no queremos estar? ¿ que nos aterroriza íntimamente?

No creo en el cielo ni en el infierno, pero sí que el infierno puede ser eso que llamamos "los otros"...o uno mismo cuando se pone en una situación en donde depende de un OTRO. El tema está en que cuando una espera completarse en algo que lo supera, cuando esa "complitud" ya no está dentro del marco de lo-que-una-puede-manejar una persona perfectamente autosuficiente, se convierte en una mierda. En nada, inservible, inútil. Nada más humillante para una persona como yo, nada que lo descoloque más. Las personas autosuficientes pueden ser muy felices y muy infelices con solo un abrir y cerrar de ojos. Con un par de eventualidades que se le crucen en su camino taaaan planificado. Ah! la sorpresa es una hijaputez. Pero de eventualidades también esta hecha la vida y el plan puede desviarse...crecer es aprender a aceptar que las cosas no siempre están al alcance de nuestras manos y que si se nos van del radio del control que nos da esa seguridad que tanto nos enorgullece, también hay que bancarsela. Ser una persona madura, completa, esas que se ven con admiración y que aspiramos a ser, pareciera que se desarrolla -justamente- en las circunstancias más adversas. ¿ Qué méritos tendría si no fuera así? ¿ que fácil sería la vida, no?