domingo, 22 de junio de 2008

Cine Feminista

Subject: RE: cine feminista
Date: Sat, 21 Jun 2008 13:09:26 -0300

A ver mis nenas:
salvo la mala onda de la nardo, todas podemos ir HOY SABADO a ver Sex and the City ( me pongo de pie). Frente a esto, tengo varios interrogantes:
-¿a que hora nos juntamos?
-¿En donde nos juntamos?
-¿A que cine vamos?
-¿Tenemos descuentos para las entradas?
-¿hacemos algo despues o antes del cine?
-¿por que los abdominales no surgen efecto en mi?
-¿y porque no hay una cura definitiva para la celulitis?
-que bajen de precio las botas... che
-viva Peron carajo

Si pueden ir contestando mis dudas, mi conciencia intranquila se los va a agradecer.

Frida

Una puerta

Abrió la puerta y un rugido de viento helado la hizo estremecer. Dio tres pasos para atrás, aunque ella hubiera jurado que fueron más. Su voz no habia cambiado y la mirada seguía transparente, transparente y profunda. Quería hundirse en esos ojos, viajar a través de ellos y ver qué era lo que realmente pensaba. Prendió un cigarrillo, el primero del día. No estaban nerviosos pero sabían que ese día iba a quedar grabado en ellos. No se negaban, no se esquivaban.
- Explicame por qué nos pasó esto- dijo él con desolación.
Ella no contestó. Simplemente trataba de recordar todos los momentos, cada uno de los momentos. Sus manos nerviosas -¡aquellas manos!- jugaban con el encendedor, no se quedaban quietas. El sabor amargo todavía permanecia en ella como un olor casi invisible y, haciendo fuerza para no llorar peleaba en soledad contra la memoria que la confundía con imágenes de mar de otro tiempo, de otra vida. Seguía hablando pero ya no lo podía escuchar.
Sentía cada vez que respiraba porque un aire cálido le rozaba el cuello. Sus manos estaban extendidas hacia atrás, vulnerable y estirada lo esperaba con emoción. Empezó a temblar cuando sus dedos iniciaron ese recorrido místico y largo antes de que el cielo se estrellara. No lo miraba a la cara, pero lo veia. La saliva dulce la saludaba como el rocío de bendición de la mañana. Ya no aguantaba más. Se producía el milagro privado y sólo ellos eran testigos.
-Basta, por favor- dijo con voz suave, imperceptible.
Cerró la puerta tras él y finalmente pudo llorar.

jueves, 12 de junio de 2008

undiaperonista.blogspot.com

29.5.08
Suponéte
Un día como hoy pero de 1980, suponéte, que yo heredé una fábrica de consoladores. Durante 20 años la pude mantener de pedo. Hacía consoladores para la Argentina porque mis costos eran muy altos y mi fábrica no era competitiva para exportarlos. Los consoladores taiwaneses y los de India eran mucho más baratos. En fin, suponéte que mi problema era que por cada peso que yo ponía, mi fábrica podía producir solamente 5 centavos más. Esto en las mejores épocas. En otras, suponéte, que directamente perdía plata. Ahora, los taiwaneses, por cada peso invertido ganaban 40 centavos, con lo cual, ellos podían bajar el precio de venta de sus consoladores para competir con los míos y es así que ellos vendían más consoladores que yo.
Para fines de los ´90 mi fábrica estaba fundida y yo debía mucha plata al banco.
Ahora, suponéte que un día el gobierno decide devaluar la moneda. En el gobierno piensan que si se devalúa la moneda se favorece a la producción porque se achican los costos nacionales en relación al precio internacional. A mí me re conviene porque puedo empezar a ganar más plata por cada peso invertido y así puedo competir con los consoladores taiwaneses. Para devaluar la moneda la sociedad entera tiene que pagar el costo: luego de una devaluación los sueldos de toda la gente valen menos que antes, aunque en números sea lo mismo, pueden comprar muchas menos cosas. Igualmente la sociedad decide hacer ese esfuerzo porque sirve para reactivar la producción y generar trabajo para todos.
El gobierno, en su decisión de favorecer a la producción, me refinancia mi deuda con el banco, me da una tasa de interés muy barata y yo puedo quedarme con mi fábrica. Además, para mantener el precio de la moneda devaluada sale a comprar dólares todo el tiempo, miles de millones de dólares para que los consoladores argentinos sean competitivos. Encima, como yo para hacer consoladores necesito goma y la goma es un derivado del petróleo y como el petróleo tiene precio internacional y está en dólares y cada vez más caro, el gobierno me rebaja el costo de la goma, subsidiándola. Tanto la plata para pagar mi deuda con el banco, como la plata para mantener alto el dólar, como la plata para financiarme la goma, sale de las arcas nacionales, del Estado. Es así que, entonces, todos los argentinos ayudan a pagar mis deudas y a financiarme los costos de mi producción.
En fin, ahora yo tengo mi fábrica con una rentabilidad bárbara de 35 por ciento por cada peso que invierto. Encima, se reactivaron todas las fábricas del país, creció el trabajo y los salarios. Ya van 5 años seguidos en que la situación mejora cada día. Mi actividad está tan subvencionada que prácticamente no tengo riesgo empresario, es decir, tengo que hacer fuerza para que me vaya mal.
¿Y entonces qué pasa? Pasa que de golpe en China hay una revolución sexual. Todas las chinas se revelan, se cansan de que los chinitos no se pongan las pilas en la catrera y salen como locas a comprar consoladores de goma. Miles de millones de chinas -desesperadas- haciendo cola para comprar artefactos que satisfagan sus necesidades. En China, el gobierno declara la Emergencia Sexual y saca una Ley de Seguridad Consolante: abre las fronteras, sin impuestos, para todos los consoladores del mundo que quieran entrar en la China. El precio internacional de los consoladores se dispara, un consolador sale dos, tres, hasta cuatro veces lo que salía antes.
A mí me viene al pelo. Suponéte que, de pronto y por una cuestión ajena, por cada peso invertido puedo sacar hasta dos pesos con treinta centavos, ¡una rentabilidad del 130 por ciento! De golpe, hacer consoladores no sólo es una actividad que me permite vivir bien, ahora me permite hacerme millonario. Y eso que sigo siendo un "pequeño productor de consoladores", que no es lo mismo que "productor de pequeños consoladores". Así y todo estoy ganando, suponéte, 40.000 pesos por mes. Chocho.
¿Pero qué pasa? Como hacer consoladores es tan rentable, muchos de los que hacen fideos, remeras, lapiceras, latas de comida, remedios o galletitas se vuelcan masivamente a la industria del consolador porque todos quieren hacer mucha plata, obviamente. Como consecuencia, en Argentina pasan tres cosas:
1-Todos los consoladores se venden al exterior, dejando a los consumidores de consoladores argentinos sin el producto o al mismo precio que se paga afuera (carísimo). Como nuestros sueldos están devaluados y están devaluados para que se puedan fabricar un montón de cosas, esta consecuencia es absolutamente injusta ya que hacemos el sacrificio para que se puedan fabricar consoladores pero nos quedamos sin la capacidad adquisitiva para poder comprarlos.
2-Como consecuencia de que muchas fábricas se cambian al rubro de los consoladores de goma, se dejan de fabricar muchas cosas y al haber menos cantidad de esas cosas, aumentan de precio, con lo cual nuestros sueldos pierden poder adquisitivo con respecto a todos los productos.
3-Además, como es tan rentable hacer consoladores, mi fábrica aumenta de precio. Antes valía 100.000 pesos, ahora vale 500.000 pesos. Entonces yo ahora ya ni siquiera trabajo. Directamente me conviene alquilar mi fábrica a otro que la trabaje mientras yo me rasco el higo todo el día. Vienen fondos de inversión, pooles de consoladores y empiezan a alquilar fábricas en todo el país y las dedican a la producción de consoladores.
El gobierno, entonces, tiene que hacer algo. Porque la gente lo votó por haber reactivado la economía pero siempre y cuando los sueldos alcancen para vivir, lo cual es lógico. La gente aceptó pagar el costo de la deuda de los sectores productivos, pero a cambio de poder trabajar y comer, como mínimo y, por ahí, en el mejor de los casos, progresar.
Y lo que hace el gobierno es ponerme retenciones móviles a la exportación de consoladores, con lo cual, ahora mi rentabilidad vuelve a ser del 30 por ciento. Cuando aumenta mucho el precio del consolador, aumentan las retenciones; cuando baja el precio del consolador, baja la retención. Yo siempre gano lo mismo, o sea, mucho: 30 por ciento anual, que es seis veces más que lo que gana una fábrica de consoladores en cualquier lugar del mundo.
Suponéte que, entonces, yo soy un tipo muy irracional y egoísta. Suponéte que además no tengo memoria, no me acuerdo de lo mal que me iba antes y me olvido, además, de los esfuerzos que hizo toda la sociedad para que a mí me vaya bien. De golpe me junto con todos los productores de consoladores y me pongo a armar un gran quilombo. Corto las rutas y no permito el paso de ningún otro producto. Genero desabastecimiento, suben los precios, la gente pierde aún más poder adquisitivo, etc.
Para justificarme, me dedico junto a mis compañeros fabricantes de consoladores a diseñar un discurso que me exculpe de mis acciones antipopulares y desestabilizadoras: "Consoladores=Patria", "Paja o Muerte", "Todos somos Consoladores", "No al Aborto, Sí al Consolador", "Con los Consoladores estábamos mejor", "K tirame la goma".
La oposición y los medios me apoyan, aunque lo hagan solamente porque están en contra del gobierno y se aprovechan de la situación. Suponéte que a mí no me importa y me aprovecho también de ese apoyo.
El gobierno no me reprime, es sumamente racional al respecto del manejo del conflicto, entonces yo me aprovecho de esa situación y radicalizo mi protesta. Los medios y la clase alta, que siempre habían condenado los cortes y el uso de la fuerza en la protesta, ahora lo apoyan, con lo cual todo me sale redondo.
Hasta acá la historia es igual a la del campo. Pero suponéte que en vez de pasar lo mismo que pasa con el campo, en el conflicto de los consoladores pase otra cosa. Suponéte que de golpe, el gobierno dice: "Bueno, tenés razón. Te voy a sacar las retenciones móviles." Yo me pongo re contento, hago un acto en Rosario y salto de alegría por haber ganado la batalla junto a todos mis amigos de la Sociedad Consoladora Argentina, el Pro y la Carrió que apoya cuanto consolador se le cruza. Gané la batalla.
Al otro día, el gobierno dice: "Te saqué las retenciones, pero también se las saqué al petróleo y además dejé de comprar dólares para mantener el tipo de cambio y, además, ¿sabés qué?, voy a dejar de financiarte tus deudas con el banco y voy a liberar las paritarias para que los trabajadores exijan los sueldos que quieran y voy a dejar de hacer rutas para transportar consoladores y voy a mandar esa guita para hacer hoteles de alojamiento populares y además voy a lanzar un montón de medidas para fiscalizar a la producción de consoladores porque ese sector es el que más evade impuestos en nuestro país."
Entonces, aumenta la goma en dólares. Y el costo del trabajo aumenta a valores europeos. Y encima tengo más presión fiscal y se me va un 33 por ciento de la ganancia que antes no pagaba porque me hacia el dolobu. Para colmo, se revalúa la moneda porque ya el gobierno no sale a comprar dólares, con lo cual la diferencia que hacía antes en el mercado internacional se achica. Ahora no tengo retenciones y, aunque sigo ganando plata, gano inclusive menos que cuando tenía retenciones.
Un día se acaba la fiesta sexual en China. Las minitas vuelven todas al lecho masculino porque los chinitos se pusieron a estudiar tantra como locos y ahora pueden mantener una erección durante 48 horas seguidas. El sexo adquiere la calidad de "Actividad Protegida por la República Popular China". Por efecto de la transnacionalización de la cultura oriental, se abren escuelas de tantra en todo el mundo. Los consoladores pasan de moda. El pene, viejo y peludo nomás, vuelve a ser el mejor amigo entre las chinitas de todo el mundo. Los hombres readquieren su seguridad, pues se habían visto reemplazados por simples pedazos de goma. Al haber volcado sus esfuerzos en hacer la vida de sus compañeras más placenteras, abandonando el egoísmo sexual que los caracterizaba, la humanidad entera se encamina hacia una época más feliz.
Suponéte que en Argentina ahora nos tapan los consoladores. No nos sirven para nada. Encima perdimos la capacidad de producir cualquier otra cosa. No nos tecnificamos, no nos modernizamos, no diversificamos nuestra producción, en fin, se nos pasó el tren.
Ahora mi actividad no tiene ni renta extraordinaria ni el apoyo del estado. Suponéte que tengo miles de cajas llenas de penes de goma y que me los tengo que meter en el culo.
Suponéte.

domingo, 8 de junio de 2008

Basta

Se terminó. Lo terminé.

Cuando uno hace algo que lo beneficia pero que sin embargo es contrario a lo que le gustaria no puede evitar sentir el sabor de la derrota. Sabor amargo, sabor insano. Mas adelante será anectoda. Y tal vez nostalgia de lo perdido. Pero no se debe olvidar - no debo olvidar- que es un beneficio. algo que me dara bienestar a largo plazo. El tema es pasar el corto, sin arrepentimientos. Es crecer.

jueves, 5 de junio de 2008

Lo escuche en la tele

- ¿Sabés cuál es la diferencia entre vos y yo?
-...
-que para mi el amor no es una debilidad
-...
-para mi el amor es una fortaleza
-...
(beso final)

Frida con pájaros

Frida con pájaros