miércoles, 24 de junio de 2009

Hice un test sobre cómo me ven en mi trabajo. El resultado es:

La jefe

Mi imagen
Profesional, dedicada al trabajo y organizada, representas una chica súper trabajadora. Has aprendido a explotar las cualidades típicas femeninas: se te dan bien las relaciones, sabes escuchar, tienes la capacidad de anteponer los equipos…

Mi entorno profesional ideal
Eres ambiciosa, y eso, en general, gusta. Las empresas u organizaciones demasiado grandes no son lo tuyo. Sin embargo, si tuvieras que trabajar en una estructura pequeña, en seguida tendrías la sensación de aburrirte… plantéate el hecho de que los demás “están bien” si les comparas con tu gran talento.

Mis límites
A pesar de que algunos te tachen de "adicta al trabajo", no te importa, para ti es casi un cumplimento. Eres muy exigente contigo misma y exiges mucho a tus compañeros. A menudo, demasiado. ¡Cuidado con no sembrar el terror en tu departamento! Por otro lado, tu vida privada, en la que inviertes menos tiempo, podría, mirando tu brillante carrera profesional, parecerte algo monótona.

Entonces, ¿qué hago?
Desconecta del trabajo, y restablece tu vida privada. Cuanto más veas a los de tu entorno, más ganas tendrás de volverles a ver. Oblígate a pasar más tiempo con las amigas a las que nunca llamas, o con tus niños o tu pareja, a los que has tenido algo abandonados últimamente. Salidas, exposiciones, cenas… Organiza cosas encuentros con más frecuencia. No sólo encontrarás un equilibrio, sino que así entenderás a tus compañeros de trabajo cada vez que tuercen el morro cuando les pides que trabajen todo el fin de semana en un dossier. Quieres ser jefa, vale, pero recuerda que los demás tienen derecho a tener otras prioridades en la vida, sin tener que catalogarles por ello como “flojeras”.

lunes, 22 de junio de 2009

¡¡¡Es un Milagro Hermanos!!!


Es increíble, cosa de Mandinga, cuestión de fe... Manolo todavía no ha venido al mundo pero tiene una fuerza, unos poderes que hacen temblar a más de un manosanta. Casi casi que estoy pensando en alquilar la medianoche de Radio Rivadavia para lucrar con los dones de mi niño: sin darse cuenta, la gente me mira distinto. Es gracias a Manu, obvio. O tal vez será la panza inconmesurable, de dimensiones casi terráqueas, que hace que los transeúntes se apiaden de este cuerpo de metro y medio que ya se esta transmutando en un hermoso termotanque...o en un KOHINOOR si me visto de clarito.
También la gente se queda atónita, o más bien marido cuando ve lo sanita que esta la mami, lo bien alimentado que estará su futuro retoño....O será que ve las cantidades de alimento que ingiero desesperadamente cada dos horitas, dulce, salado, lo que venga, bah...porque con la cuestión de que mi mamá - dícese la abuela- me dijo: "alimentate nena que ahora tenes que comer por dos", y yo soy una hija suuuuper obediente, no paro de lastrar. No pregunten a donde va todo eso.¡¡¡milagro hermanos, gracias a Manu!!!
Si yo antes tenía serios problemas de altura, por ejemplo bajar las sabanas del estante de arriba del placard porque obviamente ese mamotreto es para una persona que mide al menos 2 metros 56, ahora -y gracias a Manu- mi inutilidad no solo se ve en lo alto sino tambien en lo ancho...las lolas hace que no tenga muy en claro las dimensiones de mi cuerpo: es como volver a la adolescencia! y le calculo mal a todo lo que está frente mío.
Igual, lo más sorprendente de Manuel no es lo que genera en mi, sino su capacidad de incidir en la conducta de los otros. El mejor ejemplo es su capacidad somnifera: SEÑORAS, SEÑORES, si ustedes no pueden dormir lo mejor es que ponga a Manu delante de sus narices...cada dia observo el fenomeno maravillada: Ya sea en el subte o en el bondi los primeros pasajeros caen en un sopor fulminante cuando miran la panza.

martes, 16 de junio de 2009

Marido y sus gustos musicales

De: marido@hotmail.com
Para: Todoelqueloquieraleer@hotmail.com

Manu poguea con los Siete Delfines, está mal?

En tren de ponerle música al bebé en la panza de su mamá nos encontramos con una disyuntiva. Bajamos por internet un disco con temas de Soda con versiones para bebés. Muy lindo, super agradable, manú deliró con La ciudad de la furia, pero con el resto se comportó muy bien. El dilema se nos planteó luego de cambiar de música e intentar llegar a la panza con temas de verdad. Eligí Regio de los Siete Delfines, disco en vivo de la banda de Richard Coleman, canciones con mucho cuerpo donde sobresale el poder de la guitarra de Coleman. Manuel no paraba de poguear, se movia de manera impresionante. Para la mamá Manuel estaba muerto de miedo y por eso se movia, en lo personal estoy convencido que me decia " no veo la hora de salir para verlos en vivo", no se si estoy en lo cierto, necesito la opinión de ustedes al respecto y algunas canciones para el bebé. De más esta decir que todo marcha de primeraBesos a todos y y si me quieren ver con mi hijo los espero en la fila del recital de los siete delfines, Cerati o la cancha de Independiente, cuando la terminen.

jueves, 11 de junio de 2009

Juegos de seducción: El Sapo

Luego de casi dos años de preocuparme por estar depilada -si, aunque sea puro invierno y no me saque las botas ni los pantalones-, de luchar contra el mal aliento matutino y besar a grandote después de limpiarme los dientes religiosamente, de evitar que me vea haciendo pis, de prohibirle que chusmee cuando me maquillo porque no hay cara menos sexy que esa -y más de pavota-... sucedió. Puedo decir que ahora soy ESPOSA. Si, atrás quedó el baile sensual con sacada de porta ligas, el camisón de encaje y los tacos agujas. De nada sirvió, mujer argentina, no gastes pólvora en chimangos. Ahora que soy marida y tengo una panza de más de cinco meses de embarazo, mi sistema digestivo me jugó una mala -malísima- pasada y mi grandote vio cómo vomitaba, cómo me temblaban las piernas después de una noche en el infierno, cómo juraba no volver a probar alimento en mi vida... Mi Dios, el Reliveran sublingual, me sacó de la pesadilla pero no pudo evitar que otros síntomas ruidosos se hicieran presente en mi cama, en mi intimidad. Grandote vio cómo su reina de Floresta amanecía junto con dos ojeras antológicas, la baba colgando, el pijama de algodón manchado y oloroso y para colmo, no se cómo ni cuándo, eructé. Fuerte y claro. Se escapó, salió, no lo pude evitar.Si, señoras, reitero: Eructé y ya soy esposa, ya entré en el club. Mi categoría de amante se esfumó gracias a mi digestión dificultosa de embarazada. Hasta ahora la panza la manejaba, las lolas grandes tienen sus ventajas y convengamos que la ternura de tener un hijo es el mayor juego de seducción. Pero me preocupa que ahora grandote, que obviamente se mato de la risa -es más me pidió que lo repitiera porque no podía creer que ese sonido saliera de este cuerpecito-, ya no pueda volver a verme como antes. Cada vez que quiera seducirlo ¿Se acordará del eructo?¿yo me acordaré? Pasé la barrera, crucé el limite de los batones y los ruleros. Ya no soy más su "reina", ahora soy "la doña".

Frida con pájaros

Frida con pájaros