viernes, 30 de noviembre de 2007

jueves, 29 de noviembre de 2007

Reirme a los 27

En una de fregar cayó caldera… La gatomaquia.

Inés, tus bellos ya me matan, ojos,
y al alma, roban pensamientos, mía,
desde aquel triste, que te vieron, día,
no tan crueles, por tu causa, enojos.

Tus cabellos, prisiones de amor, rojos,
con tal, me hacen vivir, melancolía,
que tu fiera, en mis lágrimas, porfía,
dará de mis, la cuenta a Dios, despojos.

Creyendo que de mí no, Amor, se acuerda,
temerario, levántase, deseo,
de ver a quien me, por desdenes, pierde.

Que es venturoso, si me admite, empleo,
esperanza de amor, me dice, verde,
viendo que te, desde tan lejos, veo.



Lope de Vega

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Paren las rotativas: Eureka!

Hay una página fantástica www.minutouno.com que mete noticias como locos -estudiantes de TEA no se la pierdan- entre las que se descaba el otro día una fenomenal: "la nueva tendencia de los jóvenes: Los amigos con derecho a roce". Me encantó la nota no solo porque el pobre periodista que la redactó hizo malabarismos para encontrarle lo novedoso a esta práctica tan vieja como las relaciones mismas, sino también por la definición que dio una de las entrevistadas como caso ejemplificador. No recuerdo el nombre de la chica que daba "testimonio" (sabemos que papa noel no existe y que probablemente esta mina tampoco) pero decia algo así: "los amigos con derecho a roce es una nueva forma de llamar a los histericos que tienen una relación en la que uno esta enamorado y el otro no, pero si pinta se prende. Ninguno de los dos, obviamente, reconocen su postura". Touché.

http://www.minutouno.com/1/hoy/article/Amistad-con-derecho-a-roce,-una-moda-que-crece-entre-los-j%C3%B3venes%5Eid_18670.htm

jueves, 22 de noviembre de 2007

Pst!

tengo algo que confesar. Pero no ahora.

1+1

Decía que estoy monotemática. Hablo de parejas, de relaciones, de convivencias, de amores, de chongos, de "hombres de mi vida", de karmas, de imposibles. También hablo de temblar, gozar, llorar, tirar los dos para el mismo lado, de fuego, de dolor, de timidez, de besar, de formar un familia. Hablo de sexo, hablo de cotidianeidad, hablo de sorprenderse, hablo del tiempo y de sus amarguras, hablo del conocimiento y la confianza. Hablo. Mucho.
Pienso en vos, pienso por qué pienso en vos, pienso en darte, en darme, en venerarte, en vernos, en que me escuches. Pienso en poder, en tolerancia, en futuro. Me dan bronca tus inseguridades y mi debilidad. Y tambièn los otros.
Hablo de compartir y mantener tu sonrisa lo màs posible. Hablo de emocionarme sin tener verguenza. Y de que mi cabeza me permita, por sobre todas las cosas, disfrutar del rato junto a vos.

martes, 13 de noviembre de 2007

Típico

Hace poco lei un cuento de Terranova Me das miedo, Lucía que empezaba así: “A veces te toca el dolor”. No sé por qué me marcó profundamente. Es una historia sencilla pero poderosa. Lucía es una novia que combina gestos de ternura con un masoquismo inexplicable. Es poderosa porque nos identifica, nos revela. Pero claro, como la vida misma Lucía no puede sostenerse en el tiempo al igual que el dolor. Nos atrae, nos fascina, nos pierde, pero sólo por un rato. Después nos asustamos y huimos.

Para no olvidar

Sobre un cuadro de Lorenzo Corrales.

FANTASMAS DEL HAMBRE

Estaba como desnudo. Sus ropas sucias y malolientes parecían ser parte de la poca carne que revestía sus huesos. El rocío de muchas madrugadas lo volvían todavía más invisible. Había noches en que ni siquiera su bolsa parecía pesarle; flotaba en la oscuridad, deambulaba. Revisaba los tachos de basura con la destreza de un cirujano, y cuando por fin encontraba el tesoro despreciado por otros, lo sacaba con la delicadeza que tienen las flores silvestres. Lo observaba, lo olía. Se transportaba entonces a esos momentos de su niñez. Si no fuera por los aromas que todavía permanecían en sus narices pensaría que nunca tuvo infancia. Esa época en donde había sido feliz ¿había existido realmente?. Poco importaba ya. La música, las voces, el sonar de los vasos de vidrio chocándose unos con otros, el mantel amarillo, los ladridos de los perros. Pero sobre todo recordaba el sabor de los tomates dulces en el paladar, el ajo picado inundándole la boca con acidez, el romero áspero que se le atragantaba en la garganta. No podía describir los olores, pero los sentía, estaban ahí. Alejó de su cara la fruta podrida y acariciándola le retiró la capa de moho que cubría una parte de su superficie. La guardó lentamente en su bolsa que apenas estaba llena: unos menudos de pollo y unas cuantas plantas de lechuga machucada era lo único que había conseguido ese día. Tenía que dejar de perder el tiempo, ya estaba por amanecer y debía regresar a la casilla para preparar algo para comer.

martes, 6 de noviembre de 2007

me veras volver?

En un momento volvieron todos. Soda se despacha seis canchas de River y el especial de los chalchas reune a tres de sus cuatro integrantes. Tanta melancolía me hace pensar. Volver...para qué?
El entusiasmo por lo pasado genera al principio una atmosfera de alegría y fiesta, pero pasada esa instancia eufórica en donde vemos nuestra capacidad de retrotaer al tiempo, de hacerle un corte de manga a los años...viene el después. Maldito tiempo presente que nos escupe en la cara, en las arrugas. Es que siempre buscamos volver?
Muchas veces, terminada una relación el momento se prolonga y hay recaídas. Serán productos de la duda, de no quererle soltar la mano a las relaciones que uno sabe, indefectiblemente, que no dan para el famoso "hasta que la muerte los separe", o tal vez es una forma de manifestación de la imposibilidad de aceptar que hay etapas para todo. Y que la vida es eso: cerrar algo para empezar otra cosa. Es tan difícil aceptar que el tiempo de una relación esta contado. Es tan difícil aceptar que la culminación de una etapa es eso, simplemente el fin, el "the end" de las peliculas que aseguran que las segundas partes nunca son mejores. Es tan difícil reconocer que no somos invencibles y que hay que dar paso a nuevas experiencias sin tener miedo a lo nuevo. El pasado nos fagocita y nos enreda en la telaraña de la comodidad de lo ya conocido. Tal vez por eso es tan reconfortante corear multitudinariamente ese estribillo ochentoso, tan familiar, ese "que sepamos todos". Pero si en mi vida no hubieran habido puntos finales y todo se centrara en puntos suspensivos, en eternos retornos ¿estaría donde estoy hoy?. Es la ilusión de la vuelta lo que impulsa una existencia o una superación de lo pasado- bien pisado- lo que me hace ser?. La experiencia es una compañera agradable, no lo dudo, pero el futuro...ah! con sus incertidumbres me puede. Igual, hay que salir preparado para enfrentar a ese monstruo desconocido y fantastico que se nos presenta cada vez que abrimos los ojos. El futuro llegó hace rato.

Signos
No hay un modo
no hay un punto exacto
te doy todo
y siempre guardo algo

Si estás oculta
como sabré quién éres
me amas a obscuras
duermes envuelta en redes

Signos
mi parte insegura
bajo una luna hostil
signos, oh

Mar de fondo
No caeré en la trampa
llámame pronto
acertijos bajo el agua

Si algo cedes,
calmaré tu histeria
con los dientes
rasgaré tus medias

Signos
mi parte insegura
bajo una luna hostil
signos, oh

Signos
uniendo fisuras
figuras sin definir
signos, oh

Signos
mi parte insegura
bajo una luna hostil
signos, oh

Signos
uniendo fisuras
figuras sin definir
signos, oh

¿A qué volver? (Zamba)

La casa ya es otra casa,
el árbol ya no es aquel.
Han volteao hasta el recuerdo,
entonces, ¿a qué volver?

Mi perro allá arriba inmóvil
viendo la tarde crecer.
Y este vacío de ahora,
entonces, ¿a qué volver?

Volver, ¿para qué?
¿Para sentir otra vez,
que se desboca tu ausencia,
dormida en mis venas,
borrada en mi piel?
Para que duela tu ausencia,
entonces, ¿a qué volver?

Mi puente, mi viejo puente.
¿qué río verás correr?
Si lo han llevado de Tilcara,
entonces, ¿a qué volver?

La magia ya se ha perdido,
¿quién la pudiera encender?
Ni la tierra ya es de tierra,
entonces, ¿a qué volver?

Frida con pájaros

Frida con pájaros